La historia de los Señoríos de Otazu y Eriete se remonta a la Edad Media. Desde entonces, la evolución de sus fincas, gentes y riqueza arquitectónica ha venido ligada a una esmerada dedicación al cultivo de la vid y a la elaboración de singulares vinos.
Preserva la herencia de un Señorío del Siglo XVII, manteniendo su estructura semejante a la de los chàteaux bordeleses, fue una de las condiciones básicas para acometer la creación de nuevos espacios de vinificación que permitieran elaborar vinos de exquisita calidad, desde el respeto a la tradición histórica del entorno.
Compuesta por nueve bóvedas subterráneas de hormigón, la impresionante sala de barricas (todas ellas de roble francés Allier) es, sin duda, una de las obras más emblemáticas en el mundo del vino y es reconocida universalmente en el ámbito de la arquitectura y el diseño.
Otazu ofrece una gran variedad de vinos. Los más destacados son: sotavento, dimensión, berquera, altar, chardonnay y chardonnay fermentado en barrica.
1 comentario:
Qué buena modelo te has echado, oye! Yo no he podido subir a mi modelo preferido porque parecía una pulga entre los viñedos, pero prometo que te haré un retrato!
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