

Pamplona es una ciudad con un encanto especial. En sus calles se siente la emoción del seis de julio en cualquier estación del año. El cielo está teñido de blanco y rojo 365 días al año y el olor del vallado se te queda impregnado en la piel en cada esquina. Es Pamplona, la de los toros, la de la lluvia, Pamplona la de las Villavesas en vez de autobuses urbanos y la de los garrotes en lugar de napolitanas.

La ciudad tiene muchos años de historia encerrados entre sus murallas, escondidos entre las piedras de la ciudadela. Pero al mismo tiempo es una ciudad moderna y que avanza. Actualmente es una de las candidatas a la Capital Europea de la Cultura 2012. No sabemos aún si ganará pero lo que si sabemos que entre los adoquines de la Estafeta, entre la hierba del parque Yamaguchi, y entre las murallas de la ciudadela se esconde mucha cultura que se hace patente en todos los actos y eventos que se organizan durante todo el año en la capital Navarra.

En sus rincones se puede sentir la explosión de fiesta del seis de julio, se puede oir en hablar de sus gentes, oler el humedo frío del invierno, ver el ir y venir de los pamplonicas y saborear los típicos pintxos del casco antiguo... Pamplona es un mundo por recorrer...


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